Todo sobre Argentina y los Argentinos:
ıllı Gabriel Cuñado wiki: info, historia y vídeos
La información contenida en esta web debe ser considerada como información general, de carácter formativo, educativo o divulgativo, y no puede ser utilizada o interpretada como consejo o diagnótico médico, psicológico o de ningún otro tipo. Es posible que algunos datos mostrados no esten actualizados. Por ello, en caso de duda lo recomentable es consultar a un experto cualificado.
- Detalles
- Categoría: ARGENTINA
Gabriel Cuñado
Gabriel Cuñado-Aldeán y Martín había nacido cara mil setecientos ochenta y cinco en la urbe de Valladolid de Castilla la Vieja, la que formaba una parte del Reino de España. Sus progenitores eran Ildefonsa Martín (n. ca. mil setecientos sesenta) y su marido Gabriel Cuñado-Aldeán Ortiz (n. Valladolid, ca. mil setecientos cincuenta), quien fuera hermano de Polonia Cuñado (n. ib., ca. mil setecientos sesenta), y los dos, hijos de Francisco Cuñado-Aldeán (n. ib., ca. mil setecientos veinticinco) y de Antonia Ortiz (n. ca. mil setecientos treinta - f. ya antes de mil setecientos sesenta y cuatro). Por lo tanto Gabriel Cuñado-Aldeán y Martín era bisnieto de Francisco Cuñado Aldeán (n. Valladolid, ca. mil seiscientos noventa y seis), cuya hermana se llamaba Bernarda (n. ib., veintiuno de agosto de mil seiscientos noventa y uno), y tataraniento del homónimo Francisco Cuñado (n. ib., ca. mil seiscientos sesenta y uno) y de su esposa Petrona Aldeán. Gabriel tenía un hermano mayor que se quedaría en España llamado Manuel Cuñado-Aldeán y Martín (n. Valladolid, ca. mil setecientos ochenta) y en donde se unió en matrimonio con María González Aguado, siendo hija de Manuel González y de su esposa Agustina Aguado, y quienes tuvieron al menos 2 hijos: Lorenzo Justiniano (n. ib., cinco de septiembre de mil ochocientos diez) y Benito Deogracino Cuñado González (n. ib., veintidos de marzo de mil ochocientos trece). Gabriel Cuñado Martín se había recibido de médico peninsular cara mil ochocientos seis, en la que unas décadas después se llamaría Universidad Central de la villa de Madrid. Hacia mil ochocientos siete el médico Gabriel Cuñado decidió migrar a la Sudaméricaespañola, embarcando desde Cádiz para llegar a Cartagena de Indias, en el Virreinato de Nueva Granada, para seguir su viaje por vía terrestre a Lima, capital del Virreinato del Perú, puesto que era la sede del «Protomedicato General». Una vez en tal capital, comenzó trámites allá para poder ejercer su profesión. Mientras aguardaba ser reconocido en exactamente la misma, le confiaron —a través de Indalecio González de Socasa y el asentista del Real Ubicado, Tomás Villota— conducir el Ubicado Potosino en mil ochocientos siete con destino a la urbe de la ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, mas una vez en viaje, al enterarse del lugar de dicha urbe en la segunda invasión inglesa el cuatro de julio, debió detenerse en la urbe de Tucumán. Villota, dio la orden a Juan Félix Ezcurra, residente en la ciudad de Santiago del Estero —el yerno de José Antonio López de Velasco quien fuera ministro de la Real Hacienda— a fin de que fuera cara esa urbe, recibiera los caudales y los llevara el día siete de julio a Buenos Aires que había sido liberada del asedio británico. Por fin, después de años de espera, el Tribunal del Real Protomedicato de la ciudad de Lima le autorizó el título peninsular de médico el tres de abril de mil ochocientos doce. Una vez reconocido este, pasaría a ser parte como médico militar del Ejército Realista de Juan Pío Tristán para hacer en frente de la Guerra de la Independencia Argentina que partió con sus tropas en el mes de junio, para pasar cara el sur por la Quebrada de Humahuaca. Al enterarse el general Manuel Belgrano del avance del abundante ejército realista, demandó frente al gobierno de la ciudad de Buenos Aires los refuerzos precisos para la resistencia, mas dado a que las autoridades del Primer Triunvirato y su consultor privado de gobierno Miguel Mariano de Villegas —además de jurisconsulto y síndicoprocurador general del cabildo bonaerense— estaban ocupados en vencer a los realistas de Montevideo, se los rechazó. A pesar de ello, el general Belgrano, al lado de los habitantes de Jujuy y ciertos asilados de Chichas y Tarija, abandonaron sus hogares y dejaron sin alimentos a las tropas realistas invasoras. Todos estos fueron ayudados activamente por los hermanos vasco-españoles establecidos en la urbe de Brinca, el militar y cabildanteFrancisco Asensio y su hermano Juan José de Lezama, con sus respectivas familias. El veintitres de agosto del convocado año, el ejército patriota asimismo procedió a retirarse, completando de este modo el Éxodo Jujeño, llevándose el ganado y también incendiando las cosechas para desguarnecer al contrincante realista. El general Belgrano fue el último en dejar la urbe despoblada. El doctor Cuñado formando una parte de las tropas realistas llegarían el veintiseis de agosto a la desolada villa de Jujuy. Entonces, al dirigirse las tropas cara el sur, acabaría participando en la batalla de Tucumán el veinticuatro y veinticinco de septiembre del mismo año mas siendo derrotado por el Ejército del Norte —al mando del general Belgrano y secundado por el coronel Eustoquio Díaz Vélez— debieron recular cara el norte. Vencidos en el precedente enfrentamiento, volverían a combatir en la batalla de Brinca el veinte de febrero de mil ochocientos trece, en donde padecerían una enorme derrota a manos patriotas, cayendo todos presos, inclusive el doctor Gabriel Cuñado y el brigadier Juan Pío Tristán, entre otros muchos, mas fueron puestos en libertad después de prometer que no volverían a tomar las armas contra la revolución americana. Al retirarse el Ejército Realista al Alto Perú, el doctor Gabriel Cuñado habiendo sido liberado y salvado su vida, eligiría abandonar de aquel en tanto que no era militar de carrera y cumpliendo su juramento decidió establecerse en Jujuy, abriendo la primera botica de la villa. El médico Miguel Tafur comunicó el veintisiete de julio de mil ochocientos quince al virrey del Perú y marqués de la Concordia, José Fernando de Abascal, que había librado el título de maestro de cirugía médica al doctor Gabriel Cuñado que lo había sido del ejército del Alto Perú.Por último el convocado virrey ordenó concederle dicho título. En el año mil ochocientos veintiseis, recién sería autorizado para poder ejercer como médico cirujano titulado de la urbe San Salvador de Jujuy. Por nota dirigida al teniente de gobernante en el convocado año, acabaría agasajando como agradecimiento a la comunidad un botiquín de primeros auxilios, pidiendo que se le exonere de la patente. Luego de la guerra, el doctor Gabriel Cuñado prosiguió ejercitando en Jujuy como médico titular hasta mil ochocientos cuarenta y dos. De hecho como tal, un año ya antes, le había tocado reconocer el cadáver del general Juan Galo Lavalle, situado en su residencia jujeña, y al entrar el doctor Cuñado en la casa por la puerta delantera y contemplar los despojos de aquel tendido en el zaguán, dejaría asentado en su informe médico lo siguiente: Constituyendo dicho informe de un enorme valor histórico en tanto que este médico de España que desertase de las filas realistas para dedicarse a su profesión en la villa de Jujuy, no pertenecía a ningún bando de las guerras civiles argentinas y como tal, tampoco podría participar en el presunto juramento elaborado por los amigos de Lavalle, puesto que ni conocía a este ni a sus compañeros, sumado a su referencia respecto del agujero de entrada del proyectil, aparte de la carencia de chamuscado y de tatuajes de lignito en la herida, se descubrió incompatible con la presunción del suicidio. Por lo tanto y remitiéndose a las pruebas, se llegó a la conclusión de que el general Lavalle había fallecido en un tiroteo casual en esta urbe el nueve de octubre de mil ochocientos cuarenta y uno, dado a que los federales al tener conocimiento de la casa donde se hallaba aquel y al ir a detenerlo, dispararon a la cerradura de la puerta y una de las balas que la atravesó, hirió a Lavalle, quien murió horas después en el convocado día. Los unitarios consiguieron hacerse de los restos de su líder, cubriéndolos con una bandera argentina y un poncho, para entonces dirigirse cara el norte, mediante la Quebrada de Humahuaca, acompañándolo una comitiva de la que formaba parte el teniente coronel Juan Estanislao del Campo —padre del escritor homónimo— entre otros muchos. En Huacalera, a riberas del riachuelo homónimo, descarnaron el cuerpo semi descompuesto, envolviendo las partes blandas con una bolsa de cuero que la sepultaron cerca de la Capilla de la Inmaculada Concepción del pueblo ya antes convocado. El corazón fue puesto en un recipiente con aguardiente, sus huesos lavados y puestos en una caja con arena seca, y su cabeza guardada en un recipiente con miel para facilitar su manejo y siguiente escondite a fin de que los federales no pudiesen hallarla y exhibirla en la ciudad de Buenos Aires. Su cadáver, que sería llevado a la urbe de Tarija y después a Potosí, fueron recibidos en esta última urbe con grandes honores por el gobierno boliviano, siendo por último inhumados, si bien en mil ochocientos cuarenta y dos, lo trasladarían durante un momento a Valparaíso, en Chile. La derrota de los bolivianos y peruanos a manos de los chilenos en la batalla de Yungay trajo como consecuencias el fin de la Confederación Perú-Boliviana y el cese de la repercusión de Andrés de santa Cruz en Bolivia, aparte de descomprimir la frontera septentrional argentina y producir un estado de cosas impreciso entre la Quebrada de Humahuaca y la Castigue jujeña, lo que favoreció todavía más al coronel Fernando Campestre Barragán "el Marqués del Yavi" quien pudo recobrar la mayor parte de su recursos heredados de su padre, el último marqués del Val del Tojo, y proseguir percibiendo los arriendos de los pobladores indígenas de Cochinoca y Casabindo. Posteriormente brotaron hasta seis levantamientos en tal república en nombre de santa Cruz y una invasión dirigida por un tal mayor Vargas en el norte de la provincia de Jujuy el quince de julio de mil ochocientos cuarenta y tres, con el propósito de buscar al coronel boliviano Fernando Campestre. Al no hallarlo se llevaron presos a los oficiales bolivianos Gabino Roso, Francisco Llanos y José María Aramayo que radicaban sin permiso en la citada provincia. En la marcha y por carencia de información por la parte de los pobladores, apalearon a civiles, hirieron a un vecino, birlaron ciertas piezas de plata y se volvieron a su país. Conforme la opinón del doctor Gabriel Cuñado, la incursión en pos de Campestre tenía como objetivo hacer que este revolucionase la Castigue jujeña para anexionarla a Bolivia. En la vecina República de Bolivia, entonces que en el año mil ochocientos cuarenta y ocho el pueblo plano se rebelara en La Paz atacando al ejército y asaltando la casa de los ricos de la urbe y que provocara el seis de diciembre del mismo año la caída del presidente de hecho, el general José Miguel de Velasco quien había ostentado la presidencia en otros 3 cortos periodos más, el general Manuel Isidoro Belzu que ocupaba el cargo de ministro de guerra se impuso frente a los amotinados en el convocado año, en la batalla deYamparáez, y fue declarado presidente temporal. El expresidente Velasco emigró a la Confederación Argentina en el primer mes del verano de mil ochocientos cuarenta y nueve, radicándose en la urbe de Jujuy y en donde se le concedió el asilo político, mas al iniciarse en Bolivia su juicio de vivienda lo mandaron a llamar. Por entonces su salud se hallaba quebrantada, por lo que Velasco escribió una carta al gobernante jujeño Pedro Castañeda explicando su frágil situación, a lo que anexó un diagnóstico de tuberculosis en su estado crónico, conforme la sintomatología que presentaba dicho general, emitido por el doctor Grabriel Cuñado el cinco de abril de mil ochocientos cincuenta que lo había atendido al caer enfermo, expresaba lo siguiente: Por lo expresado, el doctor Cuñado recomendaba que el convocado expresidente no prosiguiera el viaje a la vecina república en tanto que pudiese perder la vida en el recorrido. Dicho gobernante jujeño concedió el permiso de continuar en la urbe argentina hasta el momento en que pasara el invierno y que recuperara su salud, mas debería volver a su país a inicios de septiembre. Fray Escolástico Zegada Gorriti —un sobrino del canónigo José Ignacio y del doctor Juan Ignacio de Gorriti Cueto, siendo los dos hermanos y políticos— cuando era miembro del Congreso de los Diputados provincial por el departamento de Yavi en mil ochocientos cuarenta y cuatro creó la «Sociedad de Beneficencia» y había insistido a fin de que se edificara un centro de salud, y por último cumplió su objetivo el 1 de octubre de mil ochocientos cincuenta, en tanto que quedaría estrenado el nuevo centro de salud San Roque, donde los doctores Gabriel Cuñado al lado del cordobés Sabino O'Donnell —este se había casado en segundas nupcias en Jujuy, con la tucumana Josefa Pérez, y quien fuera un médico de la batalla de la Vuelta de Obligado contra la escuadra anglo-francesa, aparte de sobrino materno del general rosistaLucio Norberto Mansilla— serían incorporados como primeros médicos con título universitario. El treinta de noviembre de mil ochocientos cuarenta y seis, el doctor Gabriel Cuñado pasó a ocupar de forma interina como miembro del Congreso de los Diputados de la provincia de Jujuy por el departamento Capital, en reemplazo de Manuel Padilla por sus conocidas ausencias, ocupando dicho puesto hasta el treinta de noviembre de mil ochocientos cuarenta y siete, data que sería sucedido por Pedro Castañeda. El doctor Cuñado actuaba desde enero de 1852 como administrador de Correos de la provincia de Jujuy. A la caída del gobernante bonaerense Juan Manuel de Rosas, quien fuera líder de la Confederación Argentina, el doctor Cuñado integró el seis de marzo del mismo año, por decreto del nuevo gobernante jujeño José Benito Bárcena, como conjuez en el tribunal singular encabezado por Mariano Cruz Pérez, al lado de otros conjueces como Domingo Arenas, Fermín Quintana y Santiago Alvarado, aparte de 2 suplentes y del fiscal José Luis Portal, para juzgar la conducta del destituido exgobernador Mariano Iturbe y su partido —por la revolución de septiembre de mil ochocientos cincuenta y uno que depuso al gobernante José López Villar y el homicidio del coronel unitario Mariano Santibáñez, que fuera presidente de la Legislatura provincial— por lo que sería hallado culpable y fusilado en San Pedrito, en el mes de mayo del convocado año. El treinta de noviembre de mil ochocientos cincuenta y dos, el doctor Cuñado resultó elegido miembro del Congreso de los Diputados de la provincia argentina de Jujuy, representando así al departamento de Humahuaca, sucediendo a José María de la Bárcena, mas dejó su escaño el veintinueve de enero de mil ochocientos cincuenta y tres, en el que lo remplazó Ángel Marquiegui. El doctor Gabriel Cuñado moriría cara mil ochocientos cincuenta y cuatro en San Salvador de Jujuy, capital de la provincia homónima que formaba una parte de la entonces Confederación Argentina. El médico Gabriel Cuñado con unos cincuenta años de edad había contraído matrimonio de forma tardía cara mil ochocientos treinta y cinco con la muy joven quinceañera Francisca Cau de Atienza (Brinca, ca. 1820 - f. tras mil ochocientos ochenta y dos), la hermana mayor del coronel Silvestre Cau (Brinca, ca. mil ochocientos veinticinco - Jujuy, veintiocho de julio de mil ochocientos ochenta y cuatro) —este se había casado por vez primera con Josefa Mealla (San Salvador de Jujuy, ca. mil ochocientos treinta - ib., mil ochocientos ochenta), con quien tuviese 9 hijos, y que fuera en 1879 gobernante interino de la provincia de Jujuy— siendo los dos hijos del francés Santiago Cau (n. Provenza, ca. mil setecientos ochenta y cinco - Brinca, mil ochocientos cuarenta) quien fuera un hacendado europeo establecido cerca de mil ochocientos cinco en Campo Santo de la intendencia de Brinca del Tucumán, y de Martina de Atienza (n. Brinca, ca. mil setecientos noventa y cinco), siendo su padre el novocastellano y ministro tesorero de la gobernación desde mil ochocientos siete, Antonio de Atienza (n. Cuenca, ca. mil setecientos sesenta y cinco). Fruto del link entre Gabriel Cuñado y la muy joven Francisca Cau de Atienza —cuya familia establecida en Jujuy ya antes del éxodo homónimo, regresaron en el mes de agosto de mil ochocientos trece a exactamente la misma villa— hubo 4 hijos: Una vez fallecido el doctor Cuñado, su viuda Francisca Cau tomaría segundas nupcias cara mil ochocientos cincuenta y cinco con Alejo Belaúnde (San Salvador de Jujuy, diecisiete de julio de 1812 - ib., dos de julio de mil ochocientos ochenta y dos) —viudo de Dolores Eguía Iturbe (ib., ca. mil ochocientos veintiseis - f. ca. mil ochocientos cincuenta y nueve)— miembro del Congreso de los Diputados por el departamento Capital en mil ochocientos cincuenta, de 1852 a mil ochocientos cincuenta y tres, desde 1863 hasta 1866 y gobernante encargado de Jujuy desde el dos de mayo hasta el veintidos de septiembre de mil ochocientos cincuenta y dos, y hermano de Cosme Belaúnde (n. ib., ca. mil ochocientos diez), miembro del Congreso de los Diputados provincial por el departamento de Rinconada de 1854 a mil ochocientos cincuenta y seis, por el departamento Capital desde 1859 hasta 1861 y gobernante escogido de la provincia de Jujuy en mil ochocientos sesenta y siete, siendo los dos, hijos de Juan Bautista Belaúnde (n. ca. mil setecientos noventa - Valparaíso, Chile, ca. mil ochocientos cuarenta) y de su esposa Melchora Alvarado, que así como sus tíos maternos Ramón y Cirilo Alvarado se habían asilado en Bolivia, radicando en Chuquisaca, entonces pasaron a Valparaíso en Chile y volvieron a Bolivia en mil ochocientos cuarenta y uno, radicándose de nuevo en la urbe ya renombrada como Sucre.Origen familiar y primeros años
Valladolid a fines del siglo XVI. Estudios universitarios en Europa
Universidad de la capital de España (fotografía de mil ochocientos noventa y uno), en Alcalá de Henares. Migración a la Sudamérica española
Primer trabajo en el virreinato rioplatense
Médico del Ejército Realista a lo largo del Éxodo Jujeño
Batalla de Brinca. Deserción del bando realista y primer doctor en medicina de Jujuy
Vista de Jujuy a fines del s. XIX. Destaca nítidamente la torre del campanario de la iglesia matriz. Comitiva unitaria de los despojos de Lavalle dirigida por el coronel Del Campo
Breve invasión boliviana a Jujuy en pos de Campero
Derrocamiento del presidente de la vecina república
Exilio presidencial a la Confederación Argentina y pedido boliviano de extradición
Presidente boliviano José Miguel de Velasco. Primer médico titular del nuevo centro de salud San Roque fundado por Zegada
Representante del departamento Capital
Funcionario de Correos y conjuez de tribunal contra el exgobernador Iturbe
Diputado representante del departamento Humahuaca
Fallecimiento